La maleta de Port Bou, nº 36, 2019, pp. 59-65
Si Walter Benjamin ha resultado sumamente relevante para las prácticas culturales que, inspiradas en el proyecto del productivismo soviético, han rearticulado en las últimas décadas los vínculos entre la comunicación política y el activismo artístico, se echa en falta en ellas una crítica del productivismo tecnoenergético que atraviesa la cosmovisión benjaminiana. El filósofo judío presuponía que la “utilización natural de las fuerzas productivas” coincidía con la realización del comunismo. La inmadurez de la sociedad de la época estribaba, según Benjamin, en un uso antinatural de las “fuentes de energía”, que impedía concretar el viejo sueño marxiano de convertir a la técnica en una prolongación inorgánica de los órganos sensoriales humanos. Este artículo arroja una visión crítica de la artículación benjaminiana entre estética y energética en uno de sus ensayos más conocidos, «La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica».
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