
Susan Schuppli, como artista e investigadora y miembro del colectivo Forensic Architecture, trabaja en proyectos que tienen como objetivo demostrar las evidencias materiales de conflictos bélicos o desastres naturales motivados por el cambio climático, a través de la ciencia forense, una innovadora estética dentro de las prácticas artísticas;. La dispersión espacial de los contaminantes y la latencia temporal de sus efectos materiales y biológicos en el planeta, que pueden tardar años incluso décadas en emerger, han permitido históricamente que los actores y Estados del cambio climático global operen con virtual impunidad. Pero los vestigios nucleares (isótopos radiactivos), a pesar de su naturaleza radical, permiten seguir sus rastros letales directamente hasta su origen, reconectando los vínculos probatorios con los fenómenos trágicos originarios. En la obra Trace Evidence, Schuppli explora la apariencia geológica, meteorológica e hidrológica de la evidencia nuclear secretada dentro de la disposición molecular de la materia. La obra se centra en tres acontecimientos: el descubrimiento de antiguos reactores nucleares en la mina de Uranio de Oklo, Gabón, en 1972; el descubrimiento de los contaminantes transportados por el aire de Chernóbil en la central eléctrica de Forsmark, Suecia, en abril de 1986; y el viaje de cinco años de 7.600 kilómetros de Cesio-137 desde Fukushima-Daiichi, a través de las aguas del Océano Pacífico, hasta la costa oeste de la isla de Vancouver.
Esta producción está relacionada con otro proyecto más amplio de la artista sobre la extrema latencia de los contaminantes nucleares, denominado Nuclear Commons, en el que Schuppli estudia la falta de respuesta estatal al accidente de Chernobyl, profundizando en los tratados de prohibición de ensayos y las respuestas legales a la cuestión nuclear. Por ejemplo, el litigio estratégico que promueve el desarme nuclear global por parte de las Islas Marshall en la Corte Internacional de Justicia.



Fotograma del capítulo Hydrology de la videoinstalación Trace Evidence.

Fotograma del video-ensayo Nuclear Commons.