
Agnieszka Kurant es una artista conceptual polaca. En su obra interdisciplinar investiga cómo se desdibujan las líneas entre la realidad y la ficción en los sistemas económicos, sociales y culturales.
La obra Post-Fordite fue creada a partir de la “fordita”, también conocida como “ágata de Detroit”, un material híbrido que se ha ido constituyendo a través de la fosilización de los restos de pintura de la industria automotriz desde principios del siglo XX. Este material se genera a través de sucesivas capas de esmaltes de diferentes colores que se depositan dentro de los hornos para el secado de los automóviles, quedando en forma de residuo, ya que se endurecieron y cristalizaron al recibir altas temperaturas en sus numerosos procesos de horneado. Dado que, actualmente, la “fordita” se considera un bien escaso y, además, se puede cortar y pulir fácilmente, a menudo se utiliza en joyería para la elaboración de pseudo piedras preciosas que, desde hace pocos años, han aumentado considerablemente su comercialización gracias a su particular estética estratigráfica.
La recontextualización de este material en el circuito artístico, funciona como un testigo estético y material del anterior modelo fordista de producción industrial en serie, establecido antes de la Primera Guerra Mundial. Mientras que la “fordita” es una consecuencia cuasi geológica del fordismo, el posfordismo al que alude Kurant especula sobre las consecuencias no solo geológicas sino también eco-estéticas y políticas de una economía que aparentemente se basa en productos inmateriales e intangibles, pero que simplemente ha pivotado su eje hacia otros cuerpos y territorios. Post-Fordite se pregunta sobre la alternancia de los materiales sobre los que descansa la actual sociedad de la información y comunicación, ejerciendo su presión y su agresión extractiva también, paradójicamente, como en este caso, sobre y a través del arte contemporáneo.



Vista de la obra en la galería de arte Tanya Bonakdar Gallery, New York/Los Angeles, EE.UU.

Vista de la obra en la exposición Crowd Crystal, en 2022, en el Castello di Rivoli Museo d’Arte Contemporanea, Italia.