
La pieza Obstrucción en dos tiempos (2009) consiste en dos motocicletas cuyo tubo de escape está conectado con una estructura de plástico hermética donde se va acumulando el residuo gaseoso. La estructura se despliega y mimetiza en el espacio urbano, dando una imagen escabrosa y al mismo tiempo exacta del impacto de la movilidad cotidiana en nuestro entorno, y nuestra dependencia de energías fósiles a un nivel tan cercano. Su objetivo es, nos dice la propia artista, construir un contenedor que pueda dar cuenta de los movimientos y fluctuaciones de la maquinaria económica, que tiene una consecuencia directa en la ciudad.
En otras piezas similares, como Exhaust (2009), donde usa 6 coches para alimentar un contenedor de plástico que alberga el gas expulsado y toma la figura de una gran columna que sostiene una carretera, haciendo evidente la relación entre el desperdicio, la movilidad y el capitalismo. El petróleo, la “circuitería” o la energía, son materiales y herramientas que utiliza para acercarnos, gracias a esa estética metropolitana tan corriente, a pensar críticamente nuestra relación con ese ya no tan lejano universo de la gestión del gasto energético y los residuos.




Medidas variables. Instalación en el espacio público. Dos motocicletas y dos esculturas de plástico. Centro Cultural Border. Ciudad de México, 2009.

Medidas variables. Instalación en el espacio público. Dos motocicletas y dos esculturas de plástico. Centro Cultural España. Ciudad de México, 2011.

Medidas variables. Instalación en el espacio público. Dos motocicletas y dos esculturas de plástico. Centro Cultural Border. Ciudad de México, 2009.