Nuevas estéticas energéticas desde el arte
Esta investigación es producto del proyecto «Humanidades energéticas. Energía e imaginarios socioculturales entre la Revolución industrial y la crisis ecosocial» (PID2020-113272RA-100, HUMENERGE), financiado por MICIU/AEI /10.13039/501100011033. La investigación ha sido llevada a cabo por Bárbara Fluxá (coord.ª), Santiago Morilla, Jorge Yeregui y Coco Moya, integrantes del Taller permanente de investigación artística del proyecto.
Este archivo/web muestra, dentro de la genealogía del arte con sensibilidad medioambiental, algunos casos de estudio paradigmáticos de ciertas prácticas artísticas contemporáneas que están centradas en investigar y revisar con marcado sentido crítico las consecuencias ecosistémicas de la petrodependencia constitutiva de la modernidad y de nuestra ecodependencia energética contemporánea. Prácticas que no solo critican la herencia fósil, sino que además proponen nuevas estéticas en torno a las problemáticas energéticas.
Ver cartografía Bibliografía del proyectoGlosario de artistasLa investigación Nuevas estéticas energéticas desde el arte ha consistido en localizar, analizar, interpretar y mapear proyectos artísticos que exploran específicamente el cambio de paradigma eco-cultural en torno a las nuevas fuentes energéticas que promueven la vía de la descarbonización y la transición hacia una vida y economía basadas en el empleo de energías renovables no contaminantes, la economía circular, el decrecimiento o la justicia social. Señalar que hemos considerado importante que la selección de los casos de estudio atendiera a un criterio transversal de paridad de género en los y las artistas seleccionadas. Además, cabe destacar, que independientemente de la procedencia y lugar de residencia de los artistas, el 80% de los proyectos se localizan en los territorios que poseen materias primas de gran valor energético y que, todavía hoy, están sometidos a una violencia extractivista de corte colonial e imperialista, que no suelen padecer las geografías de las economías más privilegiadas.
Este archivo/web consta de 41 proyectos artísticos, que se inscriben en un arco cronológico de poco más de 20 años. Desde el proyecto Supergas. Don´t Waste Waste (1997) del colectivo Superflex, un prototipo de estación de biogás portátil que produce suficiente gas para cubrir las necesidades de cocina e iluminación de una familia en Tanzania. El proyecto Black Sea Files (2005) de Úrsula Biemann, una instalación audiovisual sobre la compleja geografía humana del mar Caspio, la zona de extracción de petróleo más antigua del mundo, en conexión simbiótica con el flujo del capital. El proyecto Server Farm (2022–) de James Bridle, un prototipo experimental de granja sostenible y regenerativa sincronizada con las inteligencias “más que humanas”. O el proyecto Petrotunning (2021) del colectivo Cabosanroque, una instalación escultórica y sonora que pone en relación el imaginario petromasculino con la economía, la geopolítica y el cambio climático con expresión de género.
Casos de estudio
18 casos de estudio
22 casos de estudio
22 casos de estudio
17 casos de estudio
21 casos de estudio
3 casos de estudio
5 casos de estudio
8 casos de estudio
8 casos de estudio
12 casos de estudio
8 casos de estudio
4 casos de estudio
6 casos de estudio
5 casos de estudio
6 casos de estudio
15 casos de estudio
16 casos de estudio
16 casos de estudio
10 casos de estudio
9 casos de estudio
8 casos de estudio
12 casos de estudio
23 casos de estudio
15 casos de estudio
22 casos de estudio
17 casos de estudio
6 casos de estudio
6 casos de estudio
Cartografía de casos de estudio
Esta cartografía o visualización relacional de datos de los 41 proyectos artísticos seleccionados (descargable en formato.pdf) recorre cada uno de los mismos (como si de un sónar de barrido se tratase) a lo largo del perímetro de su circunferencia, reverberando y conectando los nodos de estos tres criterios vertebrales:
- Las fuentes energéticas que problematiza la obra.
- Las líneas de investigación o temáticas que aborda cada obra.
- Las estrategias artísticas activadas en la producción de los proyectos.
Bajo el primer criterio –las fuentes energéticas– diferenciamos entre solar, eólica, hidráulica, geotermia, biodiesel, hidrógeno verde, biomecánica y bioquímica, entre las menos contaminantes, así como las que emplean petróleo, gas natural y carbón entre las petrodependientes, y finalmente la nuclear. Esta primera clasificación provoca, casi de manera inevitable, una diferenciación entre aquellos proyectos artísticos con un carácter más prospectivo –los que se centran en el primer grupo–, respecto de los que tienen un carácter crítico y de denuncia, que normalmente abordan las consecuencias del sobreconsumo de combustibles fósiles. Así, observamos que la gran mayoría de los proyectos seleccionados apuestan por la generación de nuevos imaginarios capaces de contrarrestar o, al menos, con la intención de superar el imaginario petrodependiente (con un total de 60 nodos activados), mientras que el resto de casos se centran en la denuncia y en la crítica de los efectos de la cultura fósil (con 39 nodos activados).
Respecto al segundo criterio –las líneas de investigación y la temática planteada–, los proyectos se clasifican según: el cuestionamiento de los mecanismos del mercado energético, la gobernanza ciudadana, el decrecimiento, la justicia social, la circularidad, el planteamiento de escenarios utópicos o distópicos, el colonialismo y sus consecuencias, el empleo de saberes tradicionales, la geoingeniería, así como el tratamiento de los residuos. Observamos que la gran mayoría activan temas relacionados con la crítica y el desvelamiento de los mecanismos mercantiles y sus redes de financiación y soporte cultural y político (con un total de 20 nodos activados), pero también, la creación de comunidades energéticas autónomas, autosuficientes con infraestructuras situadas al margen de los sistemas energéticos hegemónicos, donde se promueven sistemas de gobernanza ciudadana (con 19 nodos activados).
Finalmente, bajo el tercer criterio –las estrategias artísticas– los proyectos, que ocupan el centro formal y simbólico de la visualización, se agrupan en: aquellos que se producen mediante el uso de tecnologías low-tech; los que se desarrollan de forma colaborativa, con marcado carácter activista en un contexto tanto global como local; los que emplean estrategias de registro o denuncia; o los que son de carácter más especulativo. La gran mayoría de los proyectos apuestan claramente por una forma colaborativa de creación a través de metodologías de producción con tecnologías fácilmente accesibles (Do It Yourself y/o de código abierto) y localizadas en el territorio material y cultural donde se implantan (con un total de 22 nodos activados).